Su uso es más extendido en el embarazo, ya que nos permite trabajar la movilidad de pelvis y la propiocepción del suelo pélvico de una forma divertida y segura. Pero no solo las embarazadas pueden disfrutar de sus beneficios.
A la hora de practicar Pilates, el fitball nos aporta variedad y desafío, además de potenciar muchos de los principios clave del método: control, estabilidad, alineación y conciencia corporal.
Beneficios del fitball en pilates
Activa profundamente el core
Cuando nos colocamos sobre el fitball, este nos exige una activación constante de la musculatura estabilizadora del tronco (transverso abdominal, multífidos, suelo pélvico) debido a su superficie inestable. Esto lo convierte en un recurso excelente para entrenar la estabilidad lumbopélvica.
Mejora el equilibrio y la propiocepción
Al entrenar sobre una base inestable, el sistema neuromuscular se adapta constantemente. Esto favorece la conciencia corporal, el control postural y la capacidad de respuesta frente a desequilibrios.
Aporta variedad y motivación
El fitball hace que las clases sean más variadas y retadoras, lo que puede mejorar la adherencia a la práctica. Nos permite trabajar desde el juego, una recurso ideal para mantener la motivación.
Favorece una descarga articular suave
Es ideal para las clases durante el embarazo, personas mayores o en procesos de recuperación funcional, ya que permite trabajar sin impacto, con amplitud y control, respetando los ritmos del cuerpo.
Permite adaptar el ejercicio al nivel
Desde ejercicios de bajo impacto hasta desafíos avanzados de equilibrio y fuerza, el fitball se adapta fácilmente según el nivel y objetivo de la clase.
Cómo elegir un buen fitball para tus clases de Pilates
Tamaño adecuado según tu altura
La altura de la persona determina el diámetro del fitball. Como norma general:
- Menos de 1,55 m → 45 cm
- Entre 1,55 y 1,70 m → 55 cm
- Entre 1,70 y 1,85 m → 65 cm
- Más de 1,85 m → 75cm
Consejo extra: cuando te sientes sobre el balón, las rodillas deben quedar alineadas con la pelvis o ligeramente por debajo, formando un ángulo de 90° o más abierto.
Material y resistencia
- El material debe ser antideslizante, con superficie texturizada para mejor agarre.
- Verifica el peso máximo soportado (algunos llegan a 300 kg o más, ideal para seguridad en ejercicios dinámicos o con implementos).
Versatilidad para distintos usos
Asegúrate de que el balón:
- Sea fácil de inflar y desinflar.
- Permita una higiene adecuada (material lavable, sin porosidades).
Mantenimiento y almacenamiento
- Infla el balón según las indicaciones del fabricante, y revísalo cada cierto tiempo.
- Almacénalo en un lugar sin contacto directo con el sol o superficies calientes, para evitar deformaciones o desgaste del material.
En resumen:
Incorporar el fitball en tus clases de Pilates puede marcar una diferencia significativa en términos de activación muscular, variedad de estímulos y accesibilidad. Es una herramienta que se adapta al cuerpo y a las necesidades del momento, siempre que se elija y se utilice correctamente.
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Si te surge cualquier duda sobre este material o cualquier otro que usamos en las clases de pilates, déjamela en comentarios y la resolvemos.
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