Aquí te cuento los errores más comunes que pueden alejarte de tu objetivo cuando entrenas con trabajo hipopresivo. Y lo más importante: cómo mejorarlos.
Patrón respiratorio alterado
De forma automática, tu faja abdominal tiende a contraerse durante la exhalación, es decir, cuando soltamos el aire al respirar.
Sin embargo, en algunas ocasiones, la faja abdominal está desentrenada y pierde este automatismo durante la respiración. Lo podemos ver especialmente tras el parto.
Cuando esto pasa al soltar el aire la tripita ‘’se abomba’’.
En estos casos es indispensable entrenar de nuevo el patrón respiratorio para conseguir que durante la exhalación la faja abdominal se contraiga ligeramente de forma automática.
No soltar todo el aire
La activación del suelo pélvico y la faja abdominal durante los hipopresivos dependen en gran medida de la succión abdominal en apnea respiratoria. Y para ello, es necesario ser capaz de soltar todo el aire y vaciar al máximo los pulmones.
Me explico:
Para que haya una ‘’succión’’ de la zona abdominal, es necesario crear espacio, y ese espacio se crea al soltar todo el aire dejando la zona torácica lo ‘’más vacia posible’’ para que al abrir las costillas haya espacio suficiente que permita esa succión.
Quedarnos sin aire es algo de base antinatural, por lo que hace falta entrenamiento para ser capaces de soltar por completo la mayor cantidad de aire posible y así realizar correctamente el ejercicio.
Otro error muy común es a la hora de abrir las costillas en el momento de la apnea respiratoria dejar entrar algo de aire.
Si al terminar el ejercicio hipopresivo eres capaz de soltar aire, todo nos indica que ha pasado uno de estos dos errores:
- No hemos soltado todo el aire antes de la succión.
- Hemos cogido algo de aire durante la succión.
Un truquito que te puede ayudar en el segundo caso es utilizar una mano para cerrar la nariz y la boca durante la apertura de costillas y succión abdominal.
No poder abrir las costillas
El acto de abrir costillas en apnea es complejo en sí. Al no ser un gesto natural necesita práctica, pero si además le sumamos la falta de movilidad en la zona, todo se complica aún más.
El estrés, pasar mucho tiempo sentado, la falta de actividad física… van condicionando que el diafragma y el tórax vayan perdiendo movilidad con el paso del tiempo.
Muchas veces la principal razón de esta dificultad a la hora de abrir costillas nace de la falta de movilidad. Si sientes que es tu caso, esta clase puede ayudarte.
Contraer demasiado el abdomen
El término abdominales hipopresivos puede hacer mucho daño si no se entiende correctamente.
Al poner el foco en la zona abdominal, puede que pienses que es importante ‘’activarla mucho’’ pero nada más lejos de la realidad.
El trabajo hipopresivo pretende provocar una contracción refleja de la faja abdominal. Eso implica que esta musculatura se contrae durante la práctica, pero no porque tu le mandes la orden de contraerse, sino como resultado de otros factores.
Si a la hora de hacer los ejercicios hipopresivos intentas activar de forma intensa y voluntaria el abdomen no estarás realizando el ejercicio correctamente.
El foco del trabajo debe estar en la postura, la respiración y la succión abdominal a través de la apertura de las costillas. Si pones el foco en esas acciones será mucho más fácil obtener la activación de la faja abdominal y el suelo pélvico que estás buscando.
Si tu objetivo es tener un suelo pélvico sano y sacarle el máximo partido a este tipo de entrenamiento, dentro de mi Programa Conecta y Fortalece tu suelo pélvico, aprenderás herramientas como los hipopresivos para conseguir tener un cuerpo sano y un suelo pélvico fuerte que no te limite en ningún aspecto de la vida.
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