A través del ejercicio puedes también entrenar tu capacidad para relajarte. Para conseguirlo, en está entrada te explico cómo puedes reducir el estrés a través del movimiento.
Cómo el ejercicio puede reducir tus niveles de estrés
A pesar de que es bien sabido que el ejercicio físico tiene efectos positivos para la salud, cada vez son más los estudios que avalan también sus beneficios cuando hablamos de salud mental, niveles de estrés e incluso capacidad de aprendizaje.
Y es que la actividad física cambia la química de nuestro cerebro proporcionándonos un mayor estado de bienestar y calma.
No sólo con eso, cuando hacemos una actividad que requiere concentración para mantener la respiración, el equilibrio y hacer los movimientos correctamente manteniendo la postura adecuada, nos permitimos reducir toda esa cantidad de estímulos y pensamientos que nos bombardean a lo largo del día, para poner el foco en lo que está pasando en este momento, en el presente.
Esta es otra forma de meditar, de llevar la atención al ahora y ayudarnos de nuestro cuerpo y nuestra respiración para conseguirlo.
Por qué hacer meditaciones activas
Cuando hablamos de ayudarnos a liberar tensión, tanto correr, bailar, Pilates, gimnasio, volley..como cualquier actividad que te guste y te motive es buena para conseguirlo.
Sin embargo, también tenemos que aprender a bajar revoluciones, a parar completamente, y aquí es donde viene lo interesante.
Podemos aprovechar todos los beneficios del ejercicio para desde ahí entrenar la quietud, bajando poco a poco la intensidad de la actividad hasta conseguir encontrar la calma en el silencio, en nuestra respiración y en cualquier situación que no requiera gran liberación de energía.
Aunque a primera vista esto no te suene tentador, ¿qué te parece si te digo que puedes encontrar un botoncito que cada vez que lo pulsas te ayuda a relajarte en cualquier situación?
Ya te aviso que ese botón ya forma parte de ti y es tu respiración, sólo tienes que entrenar para aprender a llevar toda la atención a esta función tan vital y placentera y que te ayude a calmar cualquier tormenta interna o externa.
Y esto, como todo en la vida, te lo da la práctica y la constancia siguiendo el camino adecuado.
La meditación activa puede ser un gran camino para conseguirlo.
Si no sabes por dónde empezar te explico cómo hacerlo.
El camino hacia la relajación
Cuando buscamos un objetivo, debemos entender qué grandes logros requieren de pequeños pasos. Me encanta poner el ejemplo del maratón.
Si te pones como objetivo correr 42km, probablemente no salgas el primer día dispuestx a hacer un maratón, sino que vayas aumentando poco a poco tu forma física y tu resistencia a través de entrenamientos más cortos que te acerquen paso a paso a tu meta.
Con la meditación pasa lo mismo. Si tu objetivo es encontrar la calma en la quietud, en tu respiración, tenemos que empezar desde aquel punto en el que te encuentras cómodx y ‘’en formar’’ ahora mismo para poco a poco ir alcanzando tu objetivo.
Por ello, te propongo un reto.
En mi Estudio de Pilates Online, vas a encontrar un plan de entrenamiento en el cuál a lo largo de 30 días vas a ir avanzando de prácticas más activas a prácticas más pausadas hasta llegar a una práctica de respiración profunda completamente en quietud.
Además, cada semana te propondré una nueva meditación guiada para principiantes y para que así puedas ver qué tipo de guía se adapta más a ti, probando distintos métodos desde Vipassana y Trataka Mandala hasta meditación a través de cuentos.
Si todavía no estás en el estudio pero tienes ganas de probar qué es una meditación guiada, aquí te dejo una clase para que pruebes:
¿Te apuntas al reto?
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