Por desgracia, a día de hoy es más que común que el estrés y la falta de movilidad afecten de forma negativa en tus sensaciones a la hora de respirar.
Y es que, algo tan frecuente y presente en nuestra vidas como la respiración, no siempre recibe la atención que merece.
Tras aclarar unos puntos, te explico un truco para ayudar a combatir, en muchos casos, esa sensación de desaliento a través del ejercicio.
Ante la duda, no dudes en consultar a un experto
La realidad es que en la mayoría de casos, las causas que acompañan a esa sensación de falta de aire no son graves. Generalmente tienen una gran relación con el estrés, la baja forma física y el pasar mucho tiempo en posiciones mantenidas.
No obstante, ante una disnea constante, que es como se llama de forma técnica a la dificultad de respirar o sensación de falta de aire, lo primero que debes hacer es consultar a tu médico para garantizar que no se trata de un problema más grave, como puede ser una enfermedad pulmonar o una alergia.
Tras todas las dudas resueltas, nos centramos en unas de las razones más comunes de por qué te cuesta respirar: el estrés y la falta de actividad física.
Cómo el estrés afecta a tu respiración y viceversa
Ante una situación de ansiedad o estrés, la tendencia normal es cambiar la forma en la que respiramos, pasando de una respiración más profunda y relajada a una respiración más agitada y superficial.
Y en este punto entra el diafragma, una pieza clave si queremos batallar contra esa sensación tan molesta de falta de aire.
Te presento al diafragma
El diafragma es un músculo en forma de cúpula que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal.
¿Cuál es su principal función?
Como ya te puedes oler, su función principal es la respiración, aunque no la única.
Los pulmones se asientan sobre él, expandiéndose cuando la cúpula se aplana (durante la inhalación con la activación de diafragma). Y vaciando el aire cuando la cúpula sube (durante la exhalación y relajación del diafragma).
Volviendo al estrés.
Cuando mantienes de forma constante ese patrón respiratorio más superficial y agitado, tu diafragma no llega a aplanarse completamente ni a relajarse completamente en ningún momento. Es decir, está constantemente a mitad de camino.
Al igual que cualquier músculo que no mueves en todo su rango, se vuelve más rígido y esto hace que una respiración completa resulte tarea difícil, ya que para ello necesitamos un diafragma flexible y con toda su capacidad tanto de contraerse como de relajarse.
Como podrás imaginar e incluso experimentar en alguno de los casos, esta falta de movilidad del diafragma y esta ‘’incapacidad’’ de inhalar y exhalar de forma profunda y efectiva, puede retroalimentar esa sensación de ansiedad y estrés.
Y llegados a este punto te puedes preguntar…
¿Cómo sé si mi diafragma está bien?
De nuevo, ante la duda cuando nos enfrentamos a un problema relacionado con la salud, lo ideal es consultar a un profesional, en este caso un fisioterapeuta.
Sin embargo, te quiero dar un truquito que te permita conocer un poco más tu cuerpo y valorar, a grandes rasgos, cómo se encuentra tu diafragma.
A través de un test muy sencillo podrás intuir su flexibilidad y facilidad para relajarse.
Te dejo aquí un video de como hacer el Test del diafragma y te presento un reto para mejorar su salud, y por ende la tuya.
(Si estás en el Estudio haz clic aquí para ver el vídeo.)
Es bien sabida la importancia del ejercicio en la salud debido a los muchos aspectos en los que influye. Sin duda la respiración es uno de ellos, y no poco importante.
Permite que el movimiento se convierta en un gran aliado.
Si no sabes por dónde empezar, en mi Estudio de Pilates Online, encontrarás un plan de entrenamiento específico para cuidar de tu diafragma y de tu cuerpo en general.
Cuéntame en comentarios qué tal ha ido el test inicial y si este mes pondrás el foco en esto para conseguir mejorar la movilidad de tu diafragma.
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