▹ Cómo empezar a meditar

De una forma u otra a todos nos ha llegado en algún momento la palabra meditar. Pero fuera de la desafortunada convicción de que meditar es sentarse y poner la mente en blanco, pocas veces conocemos bien qué es, cómo puede ayudarnos y lo más importante: por dónde empezar.

Así que si te sientes identificada con lo que acabas de leer, este post es para ti. Empecemos por el principio.

¿Qué es la meditación?

Se considera meditar a la práctica mental y/o espiritual que pretende enfocar la atención de manera consciente. En general, toda práctica meditativa tiene que incluir estos 3 requisitos:

Atención consciente: Poner la intención es estar presente.
Observación sin juicio: No tratar de controlar ni juzgar nada de lo que se nos pase por la cabeza en el momento de meditar. Tampoco pretender poner la mente en blanco (cosa francamente imposible, al menos en mi caso). Simplemente observar qué pasa.
Propósito: La práctica tiene que tener un por qué. Desde conectar con una parte más espiritual, un propósito religioso de acercarse a Dios o simplemente cultivar la calma desde la práctica de estar presente con el objetivo de mejorar tu salud.

Teniendo en cuenta estos 3 pilares, tienes muchas formas de practicar tu meditación.

Tipos de meditación

Los más sonados con el objetivo de cultivar la calma interior:

Mindfulness: Busca poner atención plena a lo que estás haciendo (ya sea respirar, cocinar, caminar…)
Meditación Zen: Consiste en sentarse en posición de loto, medio loto o piernas cruzadas, con la espalda erguida y mantener la atención en el presente sin objetivo concreto más que estar ahí.
Meditación en movimiento: Se trata de buscar la atención plena al cuerpo a través de movimientos suave y respiración consciente. Contáis con varias clases de meditación activa en el Estudio.
Meditación guiada: Son sesiones de meditación acompañadas por una voz que guía tu atención. También contáis con meditaciones guiadas en el Estudio.
Meditación con Mantras: Consiste en repetir verbal o mentalmente un sonido, palabra o frase.
Meditación compasiva: Se realiza a través de la repetición de intenciones positivas hacia ti mismo o hacia otros.

¿Por qué está tan de moda la meditación?

Son varias la razones por las que cada vez escuchas más esta palabra. Para mi la más importante es la necesidad. Te cuento.

Vivimos en un contexto de hiperestimulación, en una sociedad que valora la productividad sobre todas las cosas, con horarios exigentes y esclavos de la multitarea.

Esto genera una mayor necesidad de herramientas que nos ayuden a combatir el estrés, y la ciencia lo sabe.

Desde los 80 se empezó a investigar los efectos de la meditación sacada de un contexto espiritual a un contexto más clínico.

El hecho de pasar de ser una práctica espiritual a un ‘’hábito de higiene mental’’, junto con el aumento de la cultura del bienestar y el autoconocimiento, el hecho de que la práctica de la meditación se volvió más accesible y la ciencia empezando a hacer eco de sus beneficios, resulta el cocktel perfecto para que la meditación entre de lleno en nuestra sociedad.

En resumen:

Responde a una necesidad.
Comienza a tener respaldo científico.
Se ha adaptado a la cultura contemporánea.

Y ahora bien:

¿Qué nos aporta la meditación?

Pues desde un punto de vista científico lo primero que tenemos que destacar es que todavía hay mucho camino por recorrer. Faltan más estudios y de más calidad que avalen las investigaciones ya existentes y es importante entender la meditación como una herramienta de autocuidado y un complemento terapéutico, no como un tratamiento en sí.

No obstante, lo que sí está claro es que no tiene efectos secundarios y que hay mucha tradición, casos clínicos y experiencias personales que garantizan sus efectos.

Hasta el momento, teniendo en cuenta lo dicho, desde el punto de vista científico podemos decir qué:

Mejora el bienestar psicológico.
Mejora la atención, la regulación emocional y la autoconciencia.
Puede ser una herramienta útil en el manejo del dolor crónico.
Y puede intervenir en la mejora del sistema inmune.