Masaje Perineal Prenatal: Qué, Cómo y Por qué hacerlo

María Plaza Carrasco

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¿Te han hablado ya del masaje perineal? ¿qué es? ¿cómo se hace? ¿realmente es tan importante? Esto y mucho más te cuento en esta guía

¿Qué es el masaje perineal?

El masaje perineal es una medida física que pretende estimular la piel y los tejidos de nuestro suelo pélvico. Durante el embarazo, se utiliza con el objetivo de prevenir lesiones en el parto, al mejorar la vascularización y la elasticidad de los tejidos de nuestro periné.

Se ha visto que además de poder reducir el dolor perineal posparto, este masaje resulta ser un factor protector contra traumas perineales durante el parto.

No obstante, nada resulta ser una panacea. A pesar de que el cuidado durante el embarazo contribuye a mejorar la salud de la mujer y el bebé, favoreciendo el proceso de alumbramiento, son muchos los factores que intervienen en el parto, y nada nos asegura 100% que podamos evitar ciertos traumas que pueden estar asociados al proceso.

¿Qué efectos tiene el masaje perineal?

El masaje perineal nos prepara, mejora la vascularización y la predisposición del tejido a dilatar, y sobre todo mejora la conciencia corporal, entendiendo mucho mejor nuestro periné. 

Siempre y cuando se realice de forma adecuada, sin dolor y de una manera cómoda, no tiene ningún efecto negativo en la salud de la mujer, todo lo contrario.

¿Qué perdemos con probarlo?

Puede que estés pensando: Muy bien, vamos a probar… pero María, ¿qué es eso del Periné?

Cómo se hace una episotomía

¿Qué es el periné?

Antes de seguir hablando del masaje perineal, te invito a entender mejor tu suelo pélvico o periné:

El periné constituye la base de la pelvis, y sus funciones principales son:

  • Sostén: supone el apoyo de los órganos pélvicos (vejiga, útero y recto), asegurando que se mantengan en la posición adecuada para realizar sus funciones. Imagina la relevancia de esta parte del cuerpo durante el embarazo, teniendo en cuenta que el útero es capaz de crecer 10 veces su peso. Ahí hay mucho que sostener.
  • Continencia: nuestro periné contiene los esfínteres anales y uretrales, por lo que es el encargado de cerrar el paso a la orina, las heces y los gases cuando no es el momento idóneo para salir.
  • Sexual: la excitación implica una activación de la musculatura de nuestro suelo pélvico. Durante el orgasmo se produce una contracción de tu suelo pélvico, ante un suelo pélvico muy débil, la intensidad del orgasmo disminuirá. Sólo por esto merece la pena trabajar y ganar conciencia de nuestro periné.

Podemos representar nuestro suelo pélvico como un rombo que se divide en dos triángulos.

El masaje perineal se centra en el triángulo posterior, donde encontramos el esfinter anal y el núcleo fibroso central del periné.

Este núcleo es donde se concentra más tejido múscular y donde se suelen producir los desgarros y las episiotomías, por esa razón es nuestro objetivo principal. 

¿Qué es una episiotomía?

Se trata de una intervención médica durante el parto, en la que los profesionales sanitarios tienen que cortar el tejido del periné para aumentar el orificio de salida del bebé

Y después de esta introducción ¡vamos al lío!

¿Cuándo y con qué frecuencia hay que hacer el masaje perineal?

Para empezar a tomar conciencia con tu suelo pélvico y conocer un poco más esta parte tan importante de tu cuerpo nunca es demasiado pronto. Explorarte, mirarte, tocarte y entender mejor tu cuerpo es un trabajo que nos convendría hacer a todas las mujeres estemos o no embarazadas.

Sin embargo, cuando hablamos de masaje perineal, nos focalizamos en el objetivo de conseguir mejorar la elasticidad de este tejido, y este propósito tiene especial sentido cuando nos estamos preparando para un parto

Lo ideal es comenzar el masaje perineal alrededor de la semana 32, con una frecuencia mínima de 2 veces por semana. Conforme nos vamos acercando a la semana 36 conviene aumentar la frecuencia, hasta llegar a realizar el masaje diariamente las últimas 2 semanas.

¿Qué necesito para hacer el masaje perineal?

  • Buscar un espacio cómodo en casa donde te encuentres relajada.
  • Si tienes la posibilidad de colocar un espejo (al menos las primeras veces) te ayudará a familiarizarte con tu anatomía y a entender mejor el masaje.
  • Utiliza un aceite o crema lubricante para asegurar un tacto amable y que no haya irritación.
  • Lávate bien las manos.
  • Asegúrate de tener la vejiga vacía yendo al baño antes de empezar con el masaje. 

¿Quién puede hacer el masaje?

El masaje perineal puedes realizarlo tu misma, lo que llamamos automasaje perineal, sobretodo las primeras semanas. Yo recomiendo que al menos un par de veces seas tu la que te encargas de hacerlo para entender mejor las sensaciones y ser capaz de guiar y regular las presiones si finalmente te lo hace otra persona.

Cuando hablamos de automasaje, utilizaremos los dedos pulgares y será necesario que estés al menos un poco incorporada para poder acceder bien a la zona.

En el caso de que la tripita ya suponga un impedimento, o que prefieras compartir esta experiencia con alguien. Puedes colocarte más recostada en una posición que te encuentres cómoda y la persona que realice el masaje utilizará los dedos índices.

En el caso de que surjan muchas dudas, puedes acudir a una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y que sea ella la encargada de enseñarte a guiar este proceso. No obstante, es una técnica que conviene aprender para hacer desde la comodidad del hogar.

Contraindicaciones: ¿Cuándo no hacer el masaje perineal?

Es muy importante que el masaje perineal no se asocie con dolor. El objetivo principal es relajar la zona para favorecer su vascularización y mejorar su elasticidad. Si hay dolor, te encuentras tensa y estás sufriendo el proceso es muy probable que no cumplas con los objetivos por lo que no debes forzar.

La sensación debe ser de leve estiramiento y ligera tensión sin llegar a ser desagradable.

En el caso de tener varices vulvares no está del todo contraindicado pero ante la duda conviene consultar con un profesional porque es posible que debas evitar parte del masaje en la zona de la variz.

No realizar el masaje si tenemos infección vaginal o urinaria u otras complicaciones del embarazo.

En el caso de tener una cesárea programada, el masaje perineal pierde sentido ya que no se va a producir dilatación del suelo pélvico durante el parto.


¿Cómo hacer el masaje perineal paso a paso?

Antes de empezar el masaje una forma sencilla de entender las partes de nuestro periné es pensando en él como un reloj

De esta forma podemos ver como el masaje se realizará en todo momento en la zona de las 3 a las 6 y las 9, evitando el contacto con la zona de las 12.

  1. Lava bien las manos que vayan a realizar el masaje.
  2. Colocate en una posición cómoda a una temperatura agradable.
  3. Coloca el aceite o la crema lubricante y caliéntala en las manos.
  4. Parte superficial del masaje:
    1. En esta primera fase no vamos a introducir los dedos en la vagina. Recuerda que el masaje perineal sólo se realiza en el triángulo inferior del periné, por lo que debemos evitar el contacto con la uretra y el
    2. realizar dos tipos de trazos.
      1. Entre 3 y 8 Trazos en U  (de 3 a 9 y de 9 a 3 pasando por 6)
      2. Entre 3 y 8 Trazos en H (de 10 a 7, de 7 a 9 de 9 a 3 de 3 a 2 de 2 a 5…)
    3. Si notamos alguna zona especialmente tensa o sensible podemos realizar pequeños bombeos estáticos en la zona.

Parte profunda del masaje: 

  1. Una vez hemos calentado y vascularizado la zona, pasamos a la parte más intensa y productiva del masaje. Aquí sí que introduciremos los dedos en la vagina 2-3 cm.
    Si se trata de automasaje utiliza los dedos pulgares, si el masaje te lo realiza otra persona lo ideal es que utilice los índices.
    Nuestro foco principal es la zona 6, donde se encuentra el núcleo fibroso del suelo pélvico)

Bombeos:

  1. Entre 3 y 8 bombeos ejerciendo una presión descendente hacia abajo desde el centro de la vagina (en el punto 6).
  2. Entre 3 y 8 bombeos ejercicios presión hacia la derecha (en el punto 3)
  3. Entre 3 y 8 bombeos ejerciendo presión hacia la izquierda (en el punto 9)

Recuerda:

  • No debe ser una sensación dolorosa ni extremadamente desagradable, dedica el tiempo que necesites, ve poco a poco y siéntete cómoda con el trabajo.
  • Utiliza una buena lubricación en forma de aceite o crema de masaje.
  • La clave del masaje perineal es la constancia.
  • Ante cualquier duda consulta a tu fisioterapeuta o matrona de confianza.


Esta guía forma parte de una de las sesiones en directo que hacemos en la parte del Estudio de Pilates Prenatal Online. Espero que te sirva y si tienes dudas, te leo en comentarios.

María Plaza Carrasco

Fisioterapeuta, Profesora de Pilates y Yoga. Enamorada y estudiosa del movimiento del cuerpo y de su capacidad para comunicarnos con el mundo. Comprometida con lo que me importa, intensa, cabezona y entusiasta. En ocasiones soy demasiado optimista con mi tiempo pero siempre preparada para disfrutar de cada minuto.

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